lunes, 28 de julio de 2014

Rezo.

Solo pido no tener miedo,
O mas bien tener el coraje,
Para poder seguir viendo
El amanecer.
Y las sensaciones tormentosas,
Que revuelven el tiempo,
Algún momento las pueda,
Hacer ceder. 

lunes, 21 de julio de 2014

Luces

El tiempo llama, y me entrega un poco de angustia para despedirme. "Nos llamaron para hacer cosas grandes"-dice-. Pero en la simpleza -y dicha- de mi vida, no puedo hacer más que obviar ese mensaje.
No caminamos con destino, yo, mi sombra y mis caprichos, como para prestar oído a tales palabras. Por el contrario, nos inscribimos salvajes en la aventura de la incerteza y la pasión, y en la ligereza de la vida y del descubrimiento.

¿Que voy a hacer yo, inscribiendome en un destino? Con cierta ironía, me pregunto.

sábado, 19 de julio de 2014

Horizonte.

No hay que creer en que las cosas mejorarán mañana, no hay que creer en la vida, ni en el destino. Esas malas mañas lo unico que hacen es hacer perder el tiempo, a quien quiere hacer las cosas hoy.
La fe no se necesita en ninguna otra parte, que en el propio temperamento de doblar el horizonte de sucesos, ahora.

No es dificil de entender.

1.- El mundo no existe, sino hasta que te lo apropias, y peleas por lo tuyo con dientes, uñas y fuerzas.
2.- Y sin embargo esto, no es la mejor idea, probablemente pasaríamos peleando unos con otros.
3.- Pero, no es eso, acaso, la vida?

lunes, 14 de julio de 2014

Crecer.

Usualmente converso con alguien que no existe, para que exista.

miércoles, 9 de julio de 2014

Las competencias de ladridos

Erase una vez la politica de los perros y los ladridos. Habian diferentes concepciones, el que ladraba más fuerte era el que ganaba, o el que ladraba mas elegante, o el que ladraba con muchos, o el con muy pocos los valientes. Tenian a los que ladraban una vez, y si ganaban con eso eran fenomenal. No faltaban los que se cansaban de ladrar, o los que decian que ladrar era inutil con tanto perro hueon ladrando.
En fin, asi llegó un día que todos ladraban, era un tira y afloja de sonidos afonicos, disonantes, tan abruptos y discontinuos, que se decidió callarlos a todos. Si, a todos.  Fue tanto el griterío de aquella vez, que el miedo castró y le quitó el ladrido a todos. Los restantes decidieron callar. "Asi era mejor", se escribio en cada muro. No hubo ladridos por decadas. Lo unico aceptable era uno que otra gemido. Solo Uno aullaba, y todos lo seguian, porque nadie sabia ladrar de tal forma que entendiera lo que ladraba otro.
Asi un día, la naturaleza de los perros, quisieron volver a ladrar. La historia no por nada ocurre, y se repitió lo que ya se habia repetido muchas veces. Y así pasó, no hubo coexistencia en ladridos que se sostuviese y fuesen callados, ni Un unico ladrido que los calláse para siempre.
Por eso es que los perros aprendieron a leer sus colas, para avisarles a otro cuando querían ladrar, y cuando querían callar. Todo fue mas fácil, mientras no volvieran a sus estupidas competencias de ladridos, que nunca se coordinaban con los sonidos de su entorno.