Me traje el verano a mi camino (...) vino saltando y sonriendo, tal como vienen todas las buenas noticias.
Y no quiero que se vaya, estoy dispuesto a todo para que se quede conmigo. Como -por ej- atreverme a morir sonriendo, o dejar de preocuparme por todos mis descuidos. Hacerme feliz (y dejar de hacerme el infeliz), cantar por las mañanas, e incluso salir a hacer ejercicio.
Vino la fuerza, la tranquilidad, como no protegerlas, gastandome todos mis respiros?